Short $LNKD
No hago el corto a LinkedIn porque no cotiza. Si fuera pública sería dinero gratis. Basta con mirar a los usuarios. ¿Qué le pasa a esa gente? International TEDx speaker, 3-time Hawai ironman finisher y NYT best-selling author. No te flipes Josep Maria, que trabajas en el Mediolanum. Diste una conferencia en tu colegio mayor, terminaste con oxígeno la San Silvestre y te autopublicaste un PDF con citas plagiadas. Te veo muy centrado en tu marca del triatlón pero yo concentraría esos esfuerzos en largarte de casa. Que tienes ya 35 años. La foto de perfil en un atril—no del auditorio con literalmente cuatro gatos. Co-founder de una startup deficitaria (quemando el dinero de papá) y Forbes 30 under 30 (máxima condecoración del pijo). Que no falte la autocita con sus iniciales. «El riesgo es no correr riesgos». Lo siento J. M. Pérez, es ridículo lo del logo si no te llamas Roger Federer. Y eso es la carta de presentación. Vayamos al muro de Manti Te’o. Filosofía barata para levantarse el lunes por la mañana («éxito solo aparece antes que trabajo en el diccionario») y esa cena con un vagabundo para luego descubrir que era su antiguo jefe. Inserte aquí reflexión cutre sobre la sociedad productiva. El postureo no descansa ni en agosto. ¿Te irías de voluntariado si no pudieras contarlo en redes sociales? Un coach le dijo que si hacía de su trabajo su pasión no trabajaría un solo día y Josep Maria se toma muy en serio su puesto de Family Banker, vendiendo indexados a precio de gestión activa. La historia de superación que tanto gusta a los jefes, el tonto útil de la pirámide que compra el discurso de la meritocracia. Nunca tuvo una opción. Aunque él todavía no lo sabe.
El networking, igual que el ligoteo, funciona cuando no lo estás buscando. Hacer contactos y buscar pareja siguen una misma dinámica social. La persuasión es por aproximación indirecta. Ella es siempre quien decide y lo único que tú controlas es la imagen percibida. No insistas, no lo fuerces, suelta tu frase y aléjate unos metros, deja que construya el relato en su cabeza. La gente huye cuando muestras un interés desmedido. El networking efectivo se inicia a nivel personal. Por eso los vínculos de la universidad son más fuertes, porque se forjan en fiestas locas y no en ferias de empleo. Te acuerdas del road trip con los colegas por Rumania, no de la aburrida cena con ejecutivos discutiendo escenarios macroeconómicos. Transcurren los años y aparece la oportunidad laboral. Por eso Twitter es la mejor red profesional, porque primero conectas con la persona y luego hablas de negocios. El salido de LinkedIn te pide dinero en el primer intercambio. El respeto en Twitter te lo ganas desde la autenticidad, accediendo a círculos antes inalcanzables. En LinkedIn todos desconfían de todos porque nadie dice lo que piensa. Debe ser agotador vivir en este mundo corporativo, pintando la fachada de la vida perfecta, en un lenguaje políticamente correcto. No me gusta que todo lo calcules, que nunca te mojes por miedo a represalias. Reducir gasto te permitiría jugarlo distinto pero tú redoblas la apuesta financiando el BMW. No busques excusas en la sociedad del consumo, la culpa es del cobarde que toma las decisiones. Yo te animo a meterte en líos, no para hacer la vida más entretenida sino para darte una ventaja en tu carrera. Mi único consejo es que cometas tus propios errores, que no mueras recorriendo el camino de otro. Es probable que todo concluya en el mismo fracaso pero ya no bajarás la mirada al contarlo.
Virtue signalling
LinkedIn es como Alcohólicos Anónimos. Apoyo mutuo entre adictos al trabajo. Es la economía del postureo, en la que no se te valora por lo que haces sino por lo que proyectas, por las horas que metes y no por las tareas que sacas. Recursos Humanos valora positivamente que inviertas un fin de semana en su team building por el monte. El coste de oportunidad es una juventud que no vuelve. El 10% de la jornada para actualizar el muro, colgando infográficos sobre la economía circular y conferencias de Tony Robbins. El profeta en la cueva de los leones, comparte esto en Twitter si tienes cojones. Twitter es la hora del recreo y LinkedIn es la clase de los empollones. Las collejas te preparan para el mundo real mejor que los apuntes de historia, las verdaderas lecciones estaban en el patio de tierra lidiando con los matones. Yo peleando por cada lector en Kapital y un artículo de la cadena de suministro recibe mil comentarios. No es necesario el paripé. Ni tú ni tu jefe entendéis lo que estáis diciendo. La vida es más fácil con la verdad por delante. ¿Por qué quieres este trabajo? «Para no morirme de hambre». Con tanto flipado, es lógico que las empresas ajusten pagando en símbolos de estatus, en la promesa de la corner office y una plaza de parking. Al conserje de la finca le llaman vicepresidente de acción estratégica para que venga motivado. Te suben el rango pero no el salario y tú aplaudes con las orejas porque en tu tarjeta ahora dice senior manager. El doble de horas pero la inflación se come tu renta congelada. Leo que trabajas en McKinsey y que defines estrategia competitiva en un marco global táctico. No te engañes, pintas slides para que Pallete vuelva a cagarla.
La productividad, hacer muchas cosas, está sobrevalorada. El ejecutivo atareado, con reuniones importantes, no tiene tiempo de perseguir al gato. Me gusta este piropo de Kahneman a Thaler: le dijo que su mayor fortaleza es la pereza, porque siendo un vago solo trabaja en los proyectos que le interesan. Thaler es la anomalía en una sociedad que se inventa tareas para mantenerse ocupada, que visita centros comerciales los sábados por la tarde, que se endeuda a 36 meses en tecnología obsoleta a los 2 años, que se llena la agenda para no afrontar la eterna pregunta. ¿Estás aprovechando tu escaso tiempo de la mejor manera? Los cobardes, con la excusa de la productividad, posponen el inevitable conflicto. El niño perfecto, siempre disciplinado, optimiza una variable que nada le importa. Yo no me levanto a las 6 de la mañana pero todo lo que hago tiene un sentido. Incluso cuando juego. El drama en las redes es la falta de autenticidad. Copian una plantilla y luego no entienden por qué se estancan. Te vistes como Seth Godin y hablas como Seth Godin pero nunca serás Seth Godin. ¿Quién quiere al imitador barato? El contenido original es el arma definitiva de marketing. La marca personal consiste en tener algo que decir y no descansar hasta encontrar las palabras. La curiosidad genuina es la única estrategia que sobrevive en el largo plazo. El networking de Derek Sivers es con «la gente que me encuentra por algo que he escrito». Tienes una oportunidad si estás dispuesto a dejarlo todo persiguiendo una sola frase. No es contenido que puedas sacar en 30 minutos. Yo con Kapital estoy ya en las 60 horas semanales. No hay paz en el proceso creativo. Yo odio y amo cada hora que escribo. El resultado es gratificante pero el camino es un infierno. ¿Que por qué emprendo tan arduo viaje? Una idea original bien merece cien años de sufrimiento.
Joan Tubau — Kapital
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