Xavi, el antilíder
La comunidad Kapital Social cumple un año y lo celebro con un cupón de bienvenida.
Un lector me dijo que Kapital despierta el instinto aventurero.
Kapital Social es la taberna en la que preparar tu plan de viaje.
La gente se fija en modelos de conducta pero es más eficaz encontrar antimodelos: personas a las que no quieres parecerte.
—Nassim Nicholas Taleb en El lecho de Procusto.
Los mejores consejos funcionan vía negativa.
Es probable que no sepas lo que quieres pero seguramente tienes claro lo que no quieres. Esa información, saber que por aquí no, tiene también su valor.
Estas son las 15 antilecciones de Xavi Hernández sobre el liderazgo.
1. Buscar culpables externos
La primera señal de un mal líder son las excusas. Xavi las tiene todas: el árbitro, el césped o las medidas del campo. Critica con frecuencia la táctica del rival (¿quizá espera que jueguen como él quiere?) y responsabiliza a los periodistas del mal rendimiento del equipo. La lista es interminable, aunque mi excusa favorita es la del día del Getafe, en un partido a las 4 de la tarde. Dijo que empataron por culpa del sol.
2. Borrarte en los momentos clave
La pataleta frente al PSG es imperdonable. En el partido más importante del año, Xavi se autoexpulsa dejando a su preparadísimo hermano al cargo, dando las instrucciones tácticas. El movimiento tiene su lógica: si él no toma la decisión, no será el culpable.
3. No dar instrucciones claras
«Un poco de alegría. Vamos a jugar al fútbol y a pasarlo bien. Alegría, esto es fútbol». Estas fueron las conmovedoras palabras de Xavi Hernández antes de enfrentarse al Shakhtar. Los jugadores andan un poco perdidos con este Cruyff de Hacendado.
4. Cumplir con tu jornada laboral
Guardiola prepara su plan durante semanas porque quiere tener controladas las mil cosas que pueden ocurrir en un partido. Xavi termina su jornada y sale con su mujer a cenar a La Tagliatella. Paco Seirul·lo contaba en La Sotana que el Xavi jugador nunca le hacía preguntas, mientras que el Guardiola jugador quería saberlo todo. Así es Xavi y eso no es malo, pero esa mentalidad no marca la diferencia en el ultracompetitivo mundo del fútbol profesional, en el que los detalles delimitan la frontera entre éxito y fracaso, con pequeñas ventajas que solo se encuentran a altas horas de la madrugada.
5. Posponer la fecha de entrega
«Es un proyecto en construcción». La frase favorita de Xavi. Laporta se ha vendido los derechos audiovisuales de los próximos 500 años para darle a Xavi una plantilla ‘en construcción’. El viejo truco de no fijar plazos, para así no responder a los resultados.
6. Rehuir toda responsabilidad
Los políticos utilizan la táctica del chivo expiatorio: imprimen como locos pero luego dirán que los precios suben por la avaricia del empresario. Nada nunca es culpa suya. El liderazgo es justo lo contrario: te haces responsable de todo, incluso de las cosas que no son culpa tuya. Jocko Willink tiene el concepto del extreme ownership para remarcar que un líder asume la responsabilidad. De todo lo que ocurre en su unidad.
7. Nunca ir de frente
Xavi teme la confrontación directa y por ello pospone el inevitable conflicto. Huir de los problemas es una estrategia nefasta. Simplemente los haces más grandes. Por suerte hay un líder verdadero en ese vestuario. Se llama İlkay Gündoğan. Ese hombre habla a la cara, ese hombre no teme el conflicto, ese hombre tiene sangre otomana.
8. Justificarte en el rol de víctima
Las almas pequeñas se validan en sus desgracias, construyen allí el relato. Como cerdos en el lodazal, se regocijan en su desdicha porque su desdicha es aquello que más aman. Antes no eran nadie y ahora que fueron víctimas son por fin escuchados. Es esta una trampa mortal, de la que Nietzsche culpaba a la moral cristiana. El problema no es que se cometa una injusticia, el problema es que definas tu identidad en tu condición de víctima. Soy catalán, lo veo cada día. Solo tengo que poner la radio.
9. Trato desigual en función del rango
Es de primero de liderazgo que debes tratar de la misma forma a todos los jugadores de un vestuario. Xavi, como todo líder pusilánime, es estricto con el joven y complaciente con el veterano. Cancelo puede seguir bajando su banda andando.
10. No creértelo
Una de las cosas que llaman la atención si escuchas una entrevista de Steve Jobs es la convicción con la que habla. No dice «nos gustaría hacer esto», sino que simplemente afirma «haremos esto». Parece una tontería pero decirlo es el primer paso antes de que ocurra. Las palabras se convierten en realidad. Xavi utiliza siempre el condicional.
11. Fijar expectativas bajas
Un líder pone el listón alto. Lo he vivido en mi propia experiencia, he trabajado más y mejor cuando un jefe esperó mucho de mí. Porque no quería decepcionarle. La baja autoexigencia de un entrenador condiciona el rendimiento de sus subordinados. Lewandowski tuvo que pillarse a un preparador físico de lo poco que entrenaban.
12. Querer ser protagonista
Monta el show en cada rueda de prensa. Es técnica poderosa aunque delicada, no apta para principiantes. Hay una razón para hacerlo y pasa, como nos enseñó Mourinho, por quitar presión a tus jugadores. Xavi, con sus dramas innecesarios, la añade.
13. Liderar con el cargo
Lo contaba el gran Marcos Urarte. La potestas es la jerarquía oficial y la auctoritas es el respeto que te ganas. El Xavi jugador tenía potestas (el brazalete de capitán) pero también auctoritas (la admiración de sus compañeros). Solo con potestas, como vimos con Quique Setién, no es suficiente para hacer funcionar un vestuario de estrellas.
14. No decir la verdad
«Lo que me gusta de Bassat es que nunca pone excusas». Si llega tarde a la reunión es porque salió tarde de casa, no porque el tráfico estuviera ese día horrible. Aunque el tráfico estuviera ese día horrible. Se gana así el respeto de sus exigentes clientes y la autoridad en la industria de la publicidad. Xavi estaría en el extremo opuesto. Después de perder en el Bernabéu dijo que el partido fue «un calco de la primera vuelta… si le sumas 6 al Barça y se lo restas al Madrid, la Liga está ahí». Eso es peor que mentir, eso es vivir en otro universo. Y un líder que no acepta la realidad, nunca podrá cambiarla.
15. No cumplir con tu palabra
Si prometes algo, lo haces. Todo lo que un hombre tiene es su palabra. Xavi ahora dice que se queda. ¿Quién iba a pagarle los 4 millones netos que se lleva por temporada?
Joan Tubau — Kapital