El método Ajram
Si observas fraude tienes que gritar fraude.
Así me lo enseñó el maestro Taleb y así morirá Kapital.
Josef Ajram no tiene una propuesta honesta. No es ético vender un curso de bolsa bajo la promesa de la libertad personal. Tú sabes que la mayoría no lo conseguirá y no puedes por tanto comercializarlo, no puedes enriquecerte jugando con sus ilusiones y sus inseguridades. Es verdad universal que buscar el atajo, delegar la responsabilidad, forma parte de la naturaleza humana y que los vendedores de crecepelo mantendrán la demanda. Ocurría hace dos siglos y seguirá ocurriendo el día de mañana. El mercado es demasiado grande y Ajram encuentra nuevos pardillos, en las generaciones jóvenes o en territorio latinoamericano, que pagan por su fórmula mágica. «Mi alumno ideal es el que no sabe nada porque se creerá todo lo que le voy a decir». Es un hombre sin principios y aunque nada de todo esto cambie quiero denunciarlo. Es mentira que toda publicidad es buena publicidad y por eso digo que no me parece bien que siga dando charlas de emprendimiento. El hilo lleva ya un millón de visualizaciones y hoy duermo satisfecho si un solo cliente, después de leer los tuits, decide no contratar el curso.
Miquel Baixas lleva la campaña. No me gusta el marketing digital. No me gustan los gurús de pacotilla que optimizan el engaño. La teoría del embudo y el webinar gratis. ¿Que qué es un webinar? Pues un anuncio de tres horas al que llamaremos clase. La peli está perfectamente guionizada. Abre con una historia de superación en la que curiosamente no menciona a su familia adinerada. Repite en varias ocasiones que esta es tu última oportunidad para escapar de Matrix, aunque la secuencia comercial se activa de nuevo dentro de dos semanas. El target es una clase media-baja frustrada por la falta de alternativas laborales. Para conectar, afirma que él también tenía un trabajo aburrido y mal remunerado y el curso aparece como la única salida lógica. «¿Quieres ganar más dinero trabajando menos?» ¿Cómo voy a responder que no a eso? Mete entonces las 6 estrategias de Cialdini. Consenso social («7.621 alumnos en 13 años»), congruencia («pruébalo 15 días sin compromiso de permanencia»), escasez («el registro cierra a las 23.59»), autoridad («soy trader profesional desde 1999 y conduzco un Lamborghini»), reciprocidad («te regalo mi masterclass») y atractivo («yo soy el dueño de mi vida»). Mil trucos en los que esconder la falta de honestidad, el mejor argumento de ventas. Si te crees el producto no necesitas terminar el precio en 7. La generosidad de ese hombre no se la he visto ni al Dalai Lama, cada cuatro slides me manda un regalo. Ahora un ebook con técnicas esotéricas haciendo la ouija con los gráficos. Roger no se pierde una fiesta. Es el libro más lamentable que recuerdo desde Nosotros los mercados.
Las matemáticas del embudo. Sueltan en YouTube el anuncio a 10 millones. Entran en la web 100.000. Se registran al mailing 10.000. Se tragan el webinar 1.000. Y llaman por teléfono a los que dudan. Al final venden 100 cursos normales (997 euros) y 10 premium (4.997 euros). 150.000 euros por lanzamiento. Josef, ahora entiendo tu pasión por enseñar el método. Para cerrar la venta da entrada a los testimonials. No parecen actores y yo solo diré que el cerebro humano es bueno racionalizando. No acepta que mandaste el dinero que necesitabas para el alquiler a un tipo que se lo gastó en un reservado de Ushuaïa. El precio es la enésima desfachatez, te lo esconde hasta el tiempo de descuento, el número llega después de 26 correos y 5 horas de matraca. Un clásico. Te hace creer que es tu amigo y luego te pide mil pavos. La slide daría para una simposio. Una valoración de 3.744 que se saca del nabo y un precio final de 824. IVA no incluido. Y uno se quedo pensando… ¿de dónde sale este número tan raro? Está insinuando de forma tramposa que el precio se ajusta a los costes de producción. Lo hacen en los supermercados para decirte que no se quedan un céntimo pero este tío no vende tomates. El embudo funciona por engaño, no por recomendación. «Tienes que ir al curso de Ajram». Nadie dijo nunca. Kapital es todo lo contrario, es el embudo inverso. Yo abro con cuatro incondicionales y ellos me llevan al millón. Si te gusta este artículo mándaselo a tus amigos. Que corra el contenido. Que por eso lo hago gratis.
Where is the limit?
El trader presume de no conocer límites. La frase funciona a nivel de marketing pero si la llevas a la vida serás un desgraciado. Un niño sin límites es un tirano y un adulto sin límites es un flipado. Los límites son buenos, incluso necesarios, sirven para recordarte que eres mortal, que no eres especial. Los límites te permiten priorizar, separar el grano de la paja, te recuerdan lo que es de verdad importante. «Limítense y serán felices». El límite de un político es la realidad. El límite de un estafador es la cárcel. Un hombre sin límites es un hombre sin dirección, perdido en la absurda competición del estatus. Le preguntaron en un programa de radio por la peor parte de ser padre divorciado. «Veo a mi hija menos de lo que me gustaría». Acto seguido le preguntaron por su siguiente proyecto. «Me voy tres semanas a correr por los Alpes». A eso lleva la falta de límites. A creerte el centro de todas las miradas. Más pronto que tarde, y a pesar de los likes en Instagram, entiendes que tu vida no le importa a nadie. Queda pendiente para un futuro post la nula ética de los periodistas. Yo entiendo que el pájaro es mediático pero son 20 años ya riéndole las chiquilladas. Tuvo que venir un humorista a ponerle a sitio porque los periodistas de este país hace tiempo que dimitieron del cargo. Por eso me tomo en serio este proyecto. Yo en realidad abrí Kapital porque quería una entrevista con Gonzalo y otra con Josef. Me disparé al pie con el Inverse Bernardos ETF. Y aquí mueren las opciones con el maestro kundalini.
Ajram no vende un curso de trading, te vende la libertad. El mensaje de fondo es que si yo lo he conseguido tú también puedes hacerlo, solo tienes que mandarme tu dinero. Te lanzo una pregunta... si el precio de la libertad son mil euros, ¿no la encuentras barata? La libertad, no obedecer nunca más una sola orden de nadie, vale menos que tu último iPhone. No sé Rick, parece falso. Si de verdad creíste que serías libre después de una clase de Xavito quizá el dinero está mejor en los bolsillos de Ajram. Hablemos claro: el inversor que encuentra un sistema ganador no lo comparte, se lo queda hasta sacar el último euro. Este promete resultados a partir de los 9 meses pero él lleva 23 años palmando. «El ser humano no tiene paciencia para enriquecerse lentamente, por eso decide arruinarse rápidamente». Tiene los huevos de titanio. La única vez que estuvo auditado perdió un 21%. El muy loco lo metió en los chicharros del IBEX. En la slide más perversa se pregunta si merece la pena pagar el curso si eso te deja sin dinero para invertir. Me temo que no funciona el interés compuesto con 50 euros. Aunque haciendo trading poco importa el capital inicial, si tienes más simplemente te arruinas luego. Quieres el camino fácil y siento decirte que no hay atajos. Levántate temprano, trabaja en silencio y construye posición. Repite la secuencia hasta que llegue la oportunidad. Juégatelo todo a una tirada. Si sale cara, disfruta los 8 dulces segundos del éxito. Si sale cruz, empieza de nuevo el proceso. La libertad no vale mil euros. No es algo tan siquiera que puedas adquirir con dinero. La libertad es una quimera, es un sueño. Yo te animo a pelear por ella. La libertad no se compra, la libertad se conquista.
Joan Tubau — Kapital
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