10.000
Kapital llega a los 10.000 suscriptores. Existe una demanda por información honesta. La gente, que es inteligente, no se fía del intermediario clásico, el periodista amigo del político y dependiente del banquero. Yo no necesito su dinero y por eso el proyecto sigue creciendo. Yo te explico lo que ocurre de forma clara y desenfadada, sin conflicto de intereses, sin morir de aburrimiento. Kapital es cultura financiera. Leyendo los artículos y escuchando el podcast estarás mejor preparado para invertir tus ahorros en un contexto de inflación, para correr riesgos en este mundo incierto. Yo trato a la audiencia con el merecido respeto. Me paso el día escribiendo pero nunca he querido dar un solo consejo. Kapital es un diario en el que definir mi estrategia. Todo el contenido es un recordatorio para mi futuro yo, para que no se compre el BMW si un día tiene éxito. No ser un flipado, el único propósito de todo esto. Si luego genera un impacto pues eso que te llevas. Aquí entras por el dinero y te quedas por la filosofía. Los mercados son la excusa para hablar de las decisiones económicas, la asignación de unos recursos escasos, mayormente el tiempo. Estoy contento con 10 pero quiero cerrar el año con 20. No quiero tu dinero, solo te pido una recomendación honesta. Yo me comprometo a dejarlo abierto para que corra el manifiesto. Reenvía tu episodio favorito a un amigo. Los ensayos de Montaigne con Jesús Salido o la gestión del peligro con Luis Cabiedes. Los políticos siguen siendo corruptos y los bancos siguen siendo tramposos y de ti depende cambiar el equilibrio de poderes. Temen a Musk porque pierden el monopolio de la verdad. Es menos manipulable el ciudadano que lee.
Mi objetivo es sacar lo mejor del entrevistado. Los inseguros periodistas quieren brillar en la pregunta. Yo hago la pregunta que permite lucirse al invitado. No señalizo inteligencia con una reflexión pedante, solo me interesa la pregunta que lleve a la mejor respuesta, que permita extraer la información secreta. Este podcast funcionará mientras la gente rara, en el mejor sentido de la palabra, pueda expresarse en su propio lenguaje. El periodista que no lee libros tiene que seguir el guión de forma mecánica. Aparece un hilo del que tirar y salta a la siguiente cuestión. Mi programa no tiene estructura porque son mil las referencias, yo siempre repregunto cuando la cosa se pone interesante, yo no tengo pausa de la publicidad, yo sigo mi instinto y llevo la entrevista a territorios inexplorados. Los mejores momentos llegan a partir de la segunda hora. El contexto, permitir que el maestro se relaje, era el secreto de Jesús Quintero. El resultado es un podcast en la encrucijada de las finanzas y las humanidades. Puedes amarlo o puedes odiarlo, pero no puedes ignorarlo. Me dan igual las reviews, el creador persiste a pesar de las voces discrepantes. La gran mentira de internet es que tu opinión le importa a alguien. Puedes darme cinco estrellas o, mejor, puedes decir que está sobrevalorado. Amo a todos y cada uno de mis haters, los comentarios negativos generan la audiencia, los envidiosos colegas de Harari le hicieron la campaña. Los enemigos definen mi destino y Kapital necesita haters de mayor categoría que becarios de banca, directivos frágiles, traders de pacotilla y copywriters baratos. Muéstrame a tu enemigo y te diré si el proyecto es revolucionario.
Capital social
Kapital es una marca. Es curioso el proceso porque no invertí un euro en diseñarla. El logo es una letra griega y la sintonía un homenaje al western. Nada liga y sin embargo la gente se acuerda. No te preocupes por los pequeños detalles, el producto diferencial es lo único que importa en la construcción de marca. Si funciona ya despilfarraré en diseñadores, ahora solo me preocupa cada letra que escribo, cada pregunta que lanzo. ¿Quieres optimizar el SEO? Escribe artículos originales. Muchas empresas empiezan la casa por el tejado. No te distraigas: primero el cliente y después la marca. El sonido es crítica recurrente. Es una preocupación pero no una obsesión. Mi podcast favorito, el de Javier Aznar con Mauricio Wiesenthal, compensa con entusiasmo la baja calidad del audio. Cuando lancé Kapital un ‘experto’ en marketing me dijo que los millennials no escuchan entrevistas largas, que máximo 20 minutos. Lex sacó hace poco un episodio de 8 horas. Lleva 620.000 visitas. Ni él ni yo queremos simplificar una realidad compleja. «El vídeo genera engagement y deja que participen en el debate abriendo los comentarios». No hago nada de lo que me dicen y mi podcast sigue creciendo. Llego a la conclusión que nadie sabe nada. Le preguntaron a Jerry Seinfeld si quería la ayuda de consultores para optimizar su programa. «¿Quién es McKinsey? Si no son graciosos no les necesito. Si eres eficiente, entonces estás tomando el camino incorrecto. El camino correcto es el camino duro. El show fue un éxito porque lo supervisé todo. Cada palabra, cada línea, cada toma, cada casting. Esta es mi manera de entender la vida».
No habrá contenido de pago. Yo soy una startup que prioriza el crecimiento a los ingresos. Reduciendo costes me doy tiempo para testearlo. Ajram sigue la estrategia del embudo de ventas: lanza un millón de anuncios pescando a cuatro niños rata. Yo creo en el embudo inverso, que cuatro incondicionales me lleven al millón. El mejor marketing no se llama marketing y 20.000 es la meta. Como economista sé que el autointerés es más fuerte que el altruismo. No apelo a tu generosidad, te digo que lo hagas para quedar bien con tus amigos. Tu capital social, la reputación de toda la vida, incrementa recomendando Kapital. No tengo talento escribiendo, solo reescribo cada frase cincuenta veces. El talento es persistencia y yo pago el precio. Que carezca de objetivo no significa que esté perdido, paseando sin rumbo encuentro la oportunidad desconocida. Está siendo más duro de lo que nunca hubiera imaginado. Lloré en el podcast con Ramiro, en el minuto 76, cuando comprendí que podría vivir de esto, que no sería millonario pero que pagaría un techo. Allí concluía una ardua travesía de 10 años, con mil desconocidos silenciosos juzgándome con la mirada. Perseguía una intuición y persistía aunque no pudiera con palabras explicarlo. «¿Cuándo buscarás un trabajo serio?» Cuando tu mujer te respete en tu casa. Al final del día soy un animal social y, a pesar de la convicción ciega, llega la temible duda: ¿estoy malgastando mi vida en esta apuesta estúpida? Nadie te prepara para el salto de fe, el momento en el que todo concluye y todo empieza, el segundo de verdad que separa a los niños de los hombres. Huyo del cíclope Polifemo y regreso a Ítaca pensando en el siguiente villano.
La larga y dulce travesía
Kapital es conocimiento improductivo. «Todo lo que se mira con intensidad se hace interesante». Yo escucho con atención al interlocutor que cuenta la idea más absurda de forma apasionada. No pienso lo mismo que ayer, nunca sigo una narrativa, quien no muestra contradicciones no está siendo sincero. Camus dijo «que el éxito es fácil de obtener, que lo difícil es merecerlo». Nada de lo que escuchas tiene implementación, nada de lo que lees te lleva a la acción. Me olvido [¡porque me aburren!] las órdenes con instrucciones, me acuerdo [¡porque me divierten!] los mensajes encriptados. «Ich probiere». La utilidad nunca pasó por la cabeza de Ehrlich. El estudiante quería jugar y el profesor, aunque fuera del programa, permitió el experimento. Que careciera de sentido, paradójicamente, lo hacía atractivo. Tu problema es que buscas un ROI en las cosas y las lecciones se esconden fuera del temario. Los cómics de Astérix y las cartas de Séneca. El éxito es más instinto que cabeza. A los 21 años encontré un manual de Gary Becker en la biblioteca. Devoré ese tratado sobre el comportamiento humano, ignorando el examen de macro. Los niños perfectos, preocupados por la nota, nunca entendieron el movimiento. Todo encajó 10 años después cuando entrevisté a Dani el Rojo. Yo no lo sabía entonces pero estaba preparándome para llevar un podcast, meta imposible de definir cuando justo salía de la universidad. El conocimiento improductivo te diferencia en un mercado excesivamente racional. Quien esté dispuesto a hacer cosas sin un porqué conseguirá darse una ventaja. El plan consiste en perseguir la curiosidad, trabajar azarosamente esperando el accidente.
El estilo es una barrera infranqueable. Las métricas suben si copias un modelo pero quiero que sepas que no hay atajos, que solo con estilo escapas de la competencia perfecta. No me preocupan los imitadores porque van siempre un paso por detrás. La originalidad es una pelea diaria, es la pasión que por Tólstoi siente Selma. «Lo hice por mí. Me gustaba. Era bueno en ello. Me sentí vivo». No podía dejarlo Walter White, quien encontró su lugar cuando dejó de buscarlo, después de toda una vida sufriendo. Yo te animo a perseguir el lago Seván y te digo que el camino no será placentero. Yo te animo a sentir la dulce soledad de la carretera y te digo que llorarás como un niño cuando intuyas las aguas turquesas. Yo te animo a sufrir y disfrutar en la oscura incertidumbre y te digo que los descreídos hablarán de suerte. Yo te animo a conquistar cada palmo con tu sangre y te digo que sonreirás satisfecho por haber pagado el precio. Somos cada una de nuestras palabras y somos cada uno de nuestros silencios. En un momento de la entrevista, Alberto reconoce que no compartirá el podcast con su madre, no quiere que escuche los peligros a los que por su profesión está expuesto. El hijo calla para protegerla y la madre sabe que el hijo miente. El hijo duerme creyendo que la madre ignora y la madre calla para protegerle. Mentimos por amor y por amor un día moriremos. Todos callamos y todos sufrimos, en el silencio que ofrece la esperanza, en la eterna promesa del reencuentro. Los hijos mienten y las madres sufren y ese silencio esconde un secreto. Esa mentira es el amor en la Tierra.
Joan Tubau — Kapital
Kapital Podcast
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